Emociones, como controlarlas

Alguna vez te has preguntado ¿cómo es posible que alguien sucumba en la ira mientras otros mantienen la calma? De la misma manera que los pensamientos vienen cuando ellos quieren, las emociones no aparecen o desaparecen cuando nosotros lo deseamos.

Siguiendo esta idea, puede que parezca difícil controlar nuestras emociones y que solo debemos resignarnos a nuestros actos. No obstante, en la práctica seguramente has atravesado alguna situación en la que conseguiste controlar tus emociones, o bien, has sido testigo de cómo lo ha conseguido otra persona.

Si, por ejemplo, eres una persona tímida o introvertida, seguramente te has preguntado cómo es posible que alguien hable en público sin aparentar nervios. Lo cierto es que controlar las emociones no es algo tan sencillo y requiere de práctica.

De eso vamos a hablar a continuación de ¿cómo controlar las emociones, tanto positivas como negativas? ¿qué puedo hacer para mantener la calma? Además, te compartiremos algunos ejercicios para aprender a controlarlas y te explicaremos por qué es tan importante saber gestionar tus emociones.

Cómo se puede controlar las emociones

Respecto a cómo controlar las emociones hay muchas teorías al respecto y muchos psicólogos aseguran que todos podemos tener el control total sobre nuestras emociones. Otros en cambio, creen que en realidad no tenemos ninguna posibilidad de controlarla.

Sin embargo, hay varias investigaciones que nos muestran que la manera en la que uno puede interpretar sus emociones, cambia de manera drástica la manera en la que vive. En otras palabras, la forma en la que reacciones frente a una emoción en específica, condicionará tu manera de actuar. Para que lo entiendas mejor, te lo explicaremos con un ejemplo sencillo:

Una persona que sufre nervios por hablar en público lo ve como algo negativo, su reacción es querer salir corriendo del lugar lo antes posible. En cambio, si otra persona interpreta la misma situación cómo como algo positivo, ganas de hacerlo bien o excitación, lo más probable es que tenga más éxito en su conferencia.

Entonces, ¿cómo se puede controlar las emociones? Te lo explicaremos con seis sencillos pasos:

  1. Identificar la emoción: lo primero que debes hacer es identificar tus emociones y prestar atención a tu cuerpo. Quizás, con algunas en específico puedas sentir sensaciones en el cuerpo como, por ejemplo, calor en el rostro, músculos tensos, etc. Además, es necesario que seas consciente de cómo te sientes e intenta ponerle un nombre (miedo, celos, etc.).
  2. Descubrir la causa: tomate unos minutos para pensar qué fue lo que ocurrió para que se sientas de esa manera. Para ello, será importante que seas honesto contigo mismo y no trates de buscar un culpable. Saber reconocer tus emociones y porque te sientes así no es lo mismo que culpar a alguien.
  3. Aceptar todas tus emociones: no debes sentirte mal o juzgarte a ti mismo por tener emociones, pues son normales. Tus sentimientos están ahí para ayudarte a comprender lo que está ocurriendo a tu alrededor.
  4. Tomar medidas: en algunos casos comprender tus emociones y la causa que lo genera es más que suficiente. Sin embargo, en otros casos, querrás hacer algo para sentirte mejor. Si optar por hacer algo al respecto, piensa cual es la mejor manera de expresar lo que sientes.
  5. Aprender a cambiar tu estado de ánimo: si te sientes triste, por ejemplo, de nada sirve que te quedes todo el día llorando. Si bien es cierto que es necesario desahogarse, no es bueno quedarse pensando en las cosas malas, ya que esto hará que te sientas peor. Intenta hacer cosas que te hagan sentir bien, aunque no tengas ganas en ese momento.
  6. Enfocarte en lo positivo: las emociones positivas nos dan la sensación de bienestar y felicidad. Debemos concentrarnos en ellas, incluso en las cosas más pequeñas, como un elogio. Prestar atención a esto te ayudará cuando te sientas mal a cambiar tu estado de ánimo.

Ejercicios para controlar las emociones

Lo primero que debes tener en cuenta es que no puedes evitar sentir emociones, dado que tienen una función evolutiva y un sentido biológico de supervivencia. No obstante, sí podemos hacer algo para aprender a controlarlas para que no nos termine jugando en contra.

Para ello, vamos a necesitar realizar una serie de ejercicios como los que te explicaremos a continuación:

  1. Mindfulness o atención plena: es el orden de la atención para mantenerla focalizada en el presente y hace referencia a no actuar, detenerse, observar y respirar. Todos los días durante 5 minutos, concéntrate en tu respiración. Puedes hacerlo acostado o sentado, como te sientas más cómodo. Trata de sentir y observar las emociones sin juzgarlas. Durante una discusión, piensa antes de reaccionar.
  2. Diario de emociones: escribir es algo muy terapéutico y llevar un diario de emociones te ayudará a ver desde otra perspectiva las emociones y reflexionar sobre ellas. Con el paso de los días, notarás que hay emociones que se repiten y podrás recurrir a tu diario para saber qué hacer. Esto te dará más seguridad y control. Además, te ayudará a ver tu progreso en cuanto a la gestión emocional.
  3. Pararse frente a un espejo: este ejercicio es bastante agradable y bastante sencillo, aunque muy efectivo. Cuando te invada una emoción negativa, párate frente a un espejo, obsérvate y sonríete. Aunque no tengas ganas de hacerlo, busca forzar una sonrisa durante unos minutos. La sonrisa es una acción que libera endorfinas en el cuerpo, incluso aunque sea forzada, por lo que te ayudará a sentirte mejor.
  4. Tiempo para preocuparse: aunque parezca tonto, tomate una hora al día para pensar en todas las preocupaciones que tienes. Cuando finalice el tiempo, deben quedar de lado. Puede que se disipen o que estén presentes al día siguiente, pero ya tienes un momento al día para preocuparte.
  5. Cambiar el foco del pensamiento: cuando te invada la ira o el enojo, comenzarás a tener pensamientos que alimenten esa emoción. En este caso, es importante que tengas una palabra que detenga esos pensamientos como, por ejemplo, “basta”, “stop” o cualquier otra que te ayude a frenarlos. Luego escríbelo en tu diario de emociones y al lado escribe el equivalente positivo, que, en este caso, sería felicidad o alegría.

Por qué es importante saber cómo gestionar las emociones

Como ya lo mencionamos anteriormente, las emociones son parte de nuestra biología y gracias a ellas podemos comprender lo que sucede a nuestro alrededor. Los ejercicios para controlarlas son positivos, pero no deben ser sustituidos por aquellos que intenten distraerte, ignorarla o reprimirla.

No podrás huir por mucho tiempo de tu cabeza, a donde vayas, tus emociones y tus pensamientos irán contigo. Por lo tanto, debemos tratar de entenderlas para poder hacer con ellas algo positivo.

Controlar las emociones es importante dado que te ayudará a manejar mejor tus problemas. Además, te ayudará a disminuir el estrés que se genera frente a las dificultades a la que nos enfrentamos todos los días.

Una vez que hayamos aprendido a gestionar nuestras emociones, podremos notar como nuestra autoestima se ve notablemente mejorada. Como consecuencia, nos volvemos más autónomos y seguros para controlar cualquier tipo de situación.

También, es importante aprender a controlar nuestras emociones, ya que esto estimula las relaciones interpersonales. Finalmente, mejora tu rendimiento en todos los ámbitos de tu vida, tanto profesional como personal.

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