¿Cómo tener una vida plena?

Diversos estudios en psicología han previsto que existe cinco elementos responsables de la felicidad de las personas. Proporcionan un estado de salud mayor, atendiendo de igual forma a las necesidades.

Tal como se adaptan los ingredientes en la cocina, una mínima medida o exagerar con la proporción puede desequilibrar el sabor del platillo, en este caso, la perspectiva de la vida. Denominados los cincos pilares del bienestar, se conforman por: Relaciones inspiradoras, sentidos o significado, adquisición de objetivos, influencias favorecedoras y emociones positivas.

¿Cuáles son los elementos que influyen dentro del desarrollo de la plenitud?

La gratitud, satisfacción, optimismo, aprecio, tranquilidad y orgullo, por ejemplo; forman parte del grupo de las emociones que todo individuo debe experimentar para alcanzar un grado de éxtasis ventajoso para su desarrollo.

El fenómeno que produce la ilusión del tiempo pasando rápido, también conocido como «Momentos de flow», es constante en la vida de muchas personas. Surge cuando dan lo máximo de sí mismas al centrarse en una tarea que les gusta, ocasionando una desconexión total del mundo exterior.

El pilar de las relaciones es caracterizado por el tiempo de calidad con seres queridos, sin ánimo desalentadores. El círculo social adecuado representa un impulso para superarse. A través de esta cercanía se fomenta la fortaleza mental.

El humano se adapta a su entorno; no pretende tener un grupo muy amplio sino miembros selectos con los cuales compartir sus proyectos, puntos de vista y anhelos. En este ámbito una cifra es incapaz satisfacerlo; el individuo precisa sentirse pleno y motivado, ya sea influido por una o dos personas.

El significado es el motivo del hombre para avanzar. Su propósito debe ser fuerte para no perder la dirección y persistir hasta lograr su cometido. Las personas que no tienen un objetivo claro optan por aferrarse a cosas dañinas.

Drogas, celos, apuestas o comida chatarra, por ejemplo. Si no ejercen su vicio, pierden el sentido de la vida, no existe otra forma de generar bienestar. No están capacitados para enfrentar los problemas y prefieren huir de ellos.

La mayoría de los individuos piensan que para ser feliz tienen que centrarse en hacer cosas nuevas. Para vivir una vida plana se debe centrar en lo que se puede dejar de hacer. En especial cuando los hábitos destruyen a su huésped. La persona es infeliz porque ella así lo desea. Un individuo que añora la libertad se mantienen enfocado buscar soluciones a los obstáculos que se interponen entre él y su meta.

¿Qué permite identificar a una persona feliz?

Se determina que el 50 por ciento de la alegría emana de la personalidad. Rasgo que se hereda. La segunda mitad procede de ámbitos que pertenecen a la zona de influencia. Las relaciones sociales, intereses, pasa tiempos, propósito de vida, salud, carrera, pensamientos, ideas, sueños, entre otros.

Los seres humanos son responsables de su propia felicidad, no existen factores externos que puedan satisfacer este deseo. La alegría temporal, apuestas, alcohol o tabaco, por ejemplo, son perjudiciales tanto para la salud como el desarrollo personal.

Rumi, un famoso poeta, expresó que el propósito de todos los hombres no es buscar el amor propio, sino hallar las barreas que se han construido en un mismo en contra de él. Las personas son culpables de su infelicidad sin ser consciente de que pueden cambiar su situación alterando lo que piensan, observar, leen, oyen y, en especial, hacen.

Vivir con plenitud la vida no es buscar algo que se encuentra dentro de cada individuo en el exterior. Al contrario de las masas, un sabio indaga en sí para hallar la solución a sus problemas y trabajar a fin de corregirlas. Mantienen un gusto simple, comprenden que lo material no es importante. Por eso se rigen por ciertas pautas.

No igualan las compras con la satisfacción personal: La comunidad de psicólogos llama a esta creencia adaptación hedonista. Radica en que las personas asocian el éxtasis a una compra. Ropa, carros, casas, teléfonos, comida o juegos, por ejemplo. La necesidad se hace constante debido a que su evento dura en pequeñas proporciones

Para ellos no existe otra forma de alcanzar tal grado de emoción, por lo cual piensan que en el consumismo se llama el fundamento para vivir en plenitud. El ciclo que se crea pasa de generación en generación; mantienen una mentalidad pobre respecto a la felicidad y su perspectiva es seguir las tendencias. Aborrecen y critican a las personas que quieren vivir simple.

Jamás retroceden por las críticas e hipocresías: Cuando en el entorno se intenta nuevas estrategias, se logra que los allegados hablen sobre tal desproporción. De inmediato las miradas se clavarán en la persona que es diferente, está dispuesta a hacer lo que otros no hacen y pensar lo que señalan inadmisible.

Para ser libre de toda burla, el hombre tiene que escoger dos opciones: Vivir la vida que los demás viven. Hablar, expresarse, pensar, hacer y creer igual que las masas. O apartarse de los que quieren empequeñecer sus ideales. Siempre que alguien es criticado se debe a que rompe la rutina convencional, termina un ciclo y comienza su propio rumbo. Aprende, trabaja e innova; no se limita a su entorno.

Estar en el primer puesto no significa ser el mejor. Todas las personas desean coronarse campeón en un ámbito. Como padre o madre de familia, en su profesión, universidad o deporte. El estrés que genera ser el número conlleva a la ansiedad e infelicidad.

La filosofía de “ser el último” manifiesta otra perspectiva para llevar una vida plena. Las últimas personas en irse, seguir intentándolo, renunciar, escuchar las críticas y descansar. Demuestra valor para persistir. La presión de ser el mejor desaparece, aliviando la tensión y mejorando el estado de ánimo.

El azar es para el hombre convencional: Los golpes de suerte y lotería no está en el vocabulario de estos individuos. Incluso con una gran idea para ser feliz, tenerla no garantiza nada. Detrás de todo gran proyecto está una persona que trabajó mientras otros dormían, estudió cuando los demás reían y se deleitó con su triunfo siendo admirado y criticado por los que hacían lo contrario a él. La vida no es un juego de azar; la optimización de todo resultado lleva consigo un rígido planteamiento y análisis.

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