Cómo pensar y desarrollar criterio

El pensador critico es una persona correctamente informada, confiada en el razonamiento. Es claro sobre las situaciones y problemas que necesitan de la emisión de juicios; honesta en relación a sesgos personales; capaz de retractarse; diligente en situaciones que implican su desarrollo; destinada a la pregunta, investigación, persistencia de análisis de resultados e indagación.

Consiste en el uso de la inteligencia y el conocimiento para situarse de manera objetiva a posturas relativas a un tema. El proceso de pensador crítico inicia desde el reconocimiento de los prejuicios cognitivos hasta la evaluación de los argumentos. Es significativo de tener una autoestima adecuada.

El pensamiento crítico se centrará en la perspectiva de que no sólo es imposible pensar sobre la manera en que emprenderemos algo, sino que también se evalúe el proceso que inducirá la toma de decisiones.

Esto significa que no se acepte la opinión de la sociedad, procurando en todos los casos desarrollar ideas individuales y tomar decisiones propias sobre lo aceptable, falso o indeseable. No es significativo de contrariar directamente a las personas de forma continua, sino mantener un conjunto de principios que nos hagan más analíticos y clasificar la información viable. La persona que cultiva esta cualidad desarrolla también otras capacidades cerebrales como la lógica, razón, intuición y creatividad.

El pensamiento crítico es accesible a través de la lectura. A pesar de que es imposible asumir de manera crítica un texto al ser parte del realismo o integrarse correctamente, es indicativo del sentido global, contenido y propósito. Es cierto que existen diversos medios para desarrollar criterio y abogar de forma metódica por la realización personal, la lectura es el más relevante.

¿Qué libros leer para desarrollar criterio?  

Diálogos, de Platón: La disciplina del uso de la razón es ejemplificada en el libro inspirado en las lecciones que su maestro, Sócrates, le proveyó en base a una mayéutica como medio de acceso al conocimiento. Esto supone que el cuestionamiento de las creencias que son tomadas por hecho concreto será la forma de afinar el conocimiento hasta que pueda alcanzarse la verdad.

Esquema del psicoanálisis, de Freud: A través de esta obra Sigmund Freud consagra su comprensión de la psicología humana. Fue publicada cuando su autor tenía 82 años de edad, siendo su última obra. Freud dedicó su vida a analizar la división natural en donde vive el hombre, considerando sus orígenes irracionales, animales, y el área de la conciencia, que fue el último esbozo que la naturaleza tuvo sobre el hombre, convirtiéndonos en seres racionales.

Conjeturas y refutaciones como parte del desarrollo del conocimiento científico, de Popper: El autor del libro ha sido uno de los historiadores más relevantes de la ciencia del siglo XX. A través de su ensayo descubre el desarrollo del racionalismo y la ciencia, quien no ocupó el lugar preponderante que adquiere de forma moderada.

Discurso del método, Descartes: Es ideal para comprender los pilares del entendimiento. Al escribir el ensayo Descartes estipuló que no quería ser considerado maestro de ninguna persona, sino que su objetivo consistía en ofrecer un método que incursionara al cualquier individuo a aplicar la más alta virtud humana: la racionalidad. Este ensayo se ha convertido en una guía para las personas que desean sumir su posición de pensantes, con criterio y razón.

Creer, saber, conocer, de Vorrolo: Forma parte de los clásicos en filosofía debido que plantea los caminos que pueden dirigir a las personas a la razón. Mientras que unos son esquivados, otros se sitúan directamente como prioritarios para poder desenvolverse en el mundo. En cualquiera caso es preciso desarrollar los esquemas que inducirán al correcto desenvolvimiento.

La verdad y las formas jurídicas, de Foucault: El libro nos ayudará a comprender que, en esencia, la verdad no existe, sino que es construida. Su cambio es lo único certero. Las páginas son la integración de las conferencias dictadas en 1973 por este filósofo francés.

¿Cuáles son los factores que ayudarán a desarrollar el pensamiento crítico?

Adquiere una actitud de pensamiento crítico. Esto quiere decir que permitas la entrada de más información que te favorezca la labor del pensamiento. Tiene que investigar puntos de vistas diferentes considerandos el sistema de valores actuales, que deberá flexibilizar en vista a los análisis percibidos. Examínalos a fondo para visualizar sobre los positivos y negativos. Los pensadores deben ser independientes, lo que significa delimitar el conformismo y estandarización. Esto resulta demasiado difícil para las personas, en especial por represalias asociadas al qué dirán.

Reconoce las barreras del pensamiento crítico. Es común que los individuos estén expuestos a un sinfín de variables que afectan la posibilidad de pensar équida, precisa y de forma clara. Los extremos abarcan desde limitaciones naturales que han sido percibidas de forma errónea hasta aquellas que son gestadas de forma manipuladora.

Los argumentos tienen que ser identificados y caracterizados. No es significativo de reñir, polemizar o discrepar. Consiste en reconocer, construir y evaluar argumentos. Esto último es significativo de presentar una razón que respalde a una conclusión.

La evaluación de las fuentes de información es prioritaria. Debe resaltarse que cuando los hechos que sostienen al argumento son erróneos, el resultado final también lo serán. La necesidad de entretener al público ha dejado en vilo que se usen titulares inadmisibles.

Los argumentos tienen que evaluarse. Las suposiciones se garantizan como verdaderas. Es fundamental evaluar si son conjeturas o suposiciones, al igual si están garantizadas.

El razonamiento es el pilar para evaluar la suficiencia y tasar la relevancia que soportará la conclusión útil de un argumento. Estos deberían tener ambos, cantidad -suficiencia- y calidad -relevancia-.

La omisión es la vía para determinar la completitud del argumento. Aquellos que emiten pruebas de forma relevante resultan más relevantes de lo que son. En muchos casos suele ser obviado por descuido, ignorancia o sin intención, aunque son actos intencionados.

El “modus operadi” más adecuado para los pensadores críticos consiste en buscar argumentos que sean opuestos al tema que se desea confrontar. A través de la búsqueda podrán revelar las omisiones. El pensador crítico procede a buscar puntos de vistas opuestos. Esta actitud es poco común de presenciar en individuo promedio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir