Cómo mejorar la autoestima
La autoestima es el sentimiento de nuestro ser, una identificación de quienes somos, una variabilidad de rasgos espirituales, mentales y corporales relativos a nuestra personalidad. La autoestima no es estática; podemos mejorarla, aprenderla, cambiarla. A los seis años inicia la formación interna respecto a la percepción de las personas que nos rodean y las experiencias que adquirimos. La autoestima nos hará receptivos a desarrollar la percepción sobre los éxitos y fracasos. La baja autoestima se vuelca a la decadencia; la positiva permitirá que la persona desarrolle la seguridad personal y aptitudes fundamentales para su desenvolvimiento.
La autoestima está ligada al ambiente familiar. Desde casa de forja la base que destruirá o fortalecerán el auto-concepto del individuo.
Los cuidadores, padres, madres o docentes que se burlan, ignoran o desprecian a los infantes cuando expresan sus emociones, necesitan protección y tienen algún inconveniente le perjudican a largo plazo a través de la creación de heridas emocionales que pueden causar trastornos físicos y emocionales. Dentro de la gama de físicos se encuentran trastornos cardíacos, cáncer, problemas en la piel, ulceras, hipertensión etc. Esto genera dificultades asociadas a la disminución de energía, conflictos laborales, pérdida de capacidad creativa, incapacidad de establecer amistades y nulo entendimiento y relación con hijos e hijas.
Los infantes que se sientes expuestos a una relación conflictiva, pero son tratados, al mismo tiempo, de forma cariñosa, desarrollan una confusión psíquica que afectan su identidad. El desarrollo de sus capacidades se verá seriamente limitado.
No es preciso que sea sometido al maltrato físico porque hay algunos más sutiles que genera igual o mayor repercusión. Esto generará sentimientos y pensamientos que le dificultará compartir con terceros y limitará su capacidad de soportar el silencia y dolor.
De acuerdo haya sido la comunicación de nuestros padres con nosotros serán los pilares que se incorporarán a la conducta y personalidad; esto regirá la manera en que nos relacionamos con terceros.
Ningún prototipo de comunicación basado en insultar, criticar, culpabilizar, reprochar o acusar es idóneo. Esto es aún más cierto en la infancia, cuando el individuo aún no ha desarrollado el criterio y la capacidad necesaria para protegerse y defenderse.

¿Cómo incide la sociedad en la autoestima?
La sociedad tiene un rol predominante debido que define las pautas por las que será regido el comportamiento que se transmitirá a sus integrantes. Formaran un modelo social que regirá la personalidad y la cultura.
Esto se evidencia en el hecho de que el criterio bajo cual las persona se evalúa son, predominantemente, culturales. Modales, capacidad de trabajar con las personas, capacidad de generar dinero, de soportar el dolor, para luchar, aspectos físicos e intelectuales, son algunos de ellos.
Según la actuación de los integrantes de grupos donde se participa se incidirá positiva o negativamente en la personalidad del individuo.
¿Cómo mejorar la autoestima?
- Plantea un horario para realizar un cambio real. Debes ser realista sobre el proceso ¿cuánto tiempo decidirás dedicar a mejora tu autoestima? disminuye el tiempo que destinar, por lo menos por un corto período, de las obligaciones familiares, educativas y laborales para focalizarte únicamente en ti. Analiza qué cosas haces que no favorecen tu percepción interna, elabora un plan y procede a erradicarla en la semana.
- Procede a incorporar conductas novedosas en tu vida, aquellas que te hagan sentir favorable. Sumérgete en tu auto-renovación. Intenta realizar aquello que te cohíbes por miedo y pereza.
- Busca información en tu círculo cercano. Solicita a 10 personas que te den 3 adjetivos positivos, que, según ellos, te definen. Adquirirás información valiosa sobre ti que posiblemente no tenías en cuenta. Solemos tener una percepción distorsionada sobre nosotros puesto que minimizamos lo positivo y maximizamos lo negativo.
- Reafirma lo positivo de tu identidad a través de la búsqueda de información personal. Efectúa una reflexión interna para considerar los atributos que te han seguido toda tu vida.
- Piensa en los momentos de satisfacción personal o éxito que te hayan ocurrido. Invariablemente del ámbito o época. Esto te ayudará a mantener la perspectiva adecuada.
- Analiza cabalmente aquellos atributos o habilidades fundamentales para tener éxito y procura desarrollarlos.
¿Cómo sanar una autoestima perjudicada en la infancia?
La forma más eficiente de desaprender lo negativo que, precisamente, fue inculcado en la infancia, es a través de la repetición de afirmaciones que realizarán un cambio a nivel sináptico. Induciéndonos a tener presentes los derechos; adquirir seguridad y comunicarnos a nosotros mismos pensamientos de auto-afecto. Algunas de las afirmaciones que deberías repetir son:
- Soy creativo, inteligente y capaz. Puedo cambiar los aspectos de mi vida que necesito.
- Puedo resolver cualquier situación.
- Me aplico responsablemente a mi trabajo. En caso de que algo salga negativamente, significa que debo sumergirme en la labor de aprendizaje.
- Evito repetir cualquier actitud que me haya hecho sufrir.
- Cambio sin temor mis opiniones cuando me percato de que no eran correctas.
- Comunico sin inconveniente mi respeto y sentimientos de otros.
¿Cómo influyen los docentes y padres sobre la autoestima?

Los docentes y padres deben ser capaces de transmitir valores concisos que favorezcan los lazos del individuo con la sociedad. El maestro tiene que conocer el ambiente que le rodea si desea que los niños vean dentro de sí. El derecho de ser una persona de valor; la necesidad de seguridad, amor y el sentido de oportunidad son imprescindibles de cada individuo.
El infante tiene 3 imágenes. En primer lugar, la que tiene de sí mismo. Puede considerarse una persona con la capacidad de triunfar; de llegar a considerables cuotas de éxitos en un área en concreto o ser una persona de poco valor. En segundo lugar, las imágenes vinculadas a la relación con otras personas. Color de piel, hogares, actitudes, religión y padres son la raíz de que se les mire con disgusto o temor, también que se le trate con cierto interés. Las opiniones de los demás será la base para formar el reflejo de cada niño. De tercer lugar se encuentran las imágenes vinculadas a sí mismo. Se adjudica a aquello que le gustaría ser.
Tanto el padre como el educador tiene la obligación de ayudar a descubrir y definir cada uno de los 3 puntos. En caso de fallar en la labor, corresponderá al individuo desarrollarlo con los preceptos indicados en este artículo.
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